Las fechas navideñas ya se encuentran muy próximas, durante este periodo aumentan considerablemente tanto las reuniones familiares como los compromisos, nuestra dieta se ve modificada con numerosos excesos (picoteos, turrones, mazapanes...) que propician un aumento de peso e introducción de malos hábitos dietéticos que solemos mantener después de estas fechas.
Desde el Colegio Oficial de Dietistas y Nutricionistas de la Comunitat Valenciana (CODiNuCoVa) se ha considerado realizar unas recomendaciones a seguir para evitar que los excesos navideños tengan repercusiones negativas en nuestra salud.
Aquí os dejo las doce campanadas para poder llevar una alimentación más equilibrada durante la navidad.
1. La compra. Calidad sin descompensar el presupuesto, eligiendo siempre alimentos que nos ofrezcan las máximas garantías de calidad, pero sin excedernos en el presupuesto que tenemos en
mente. No comprar turrones, carne o pescado para un regimiento.
¡RECUERDA QUE LA NAVIDAD NO DURA UN MES!
2. Entrantes. Unos entrantes ligeros a base de hortalizas, verduras o sopas a las que previamente
habremos quitado el exceso de grasa, pueden ser una estupenda opción.
3. Segundos platos. Si su opción son las carnes, recuerde que las aves son menos grasas que las
carnes rojas, aunque puede cocinar cualquiera de ellas escogiendo preferentemente las partes más
magras. Si en cambio su opción son los pescados, también son una excelente elección, tanto los
blancos como los azules. Recuerde condimentarlo con especias para incrementar su sabor y aroma.
4. Cocción. Opte por las aquellas técnicas culinarias tradicionales, recordando así los grandes asados
que podemos realizar tanto de carnes o pescados con verduras para mejorar su sabor. Plancha o
vapor también son técnicas que nos permitirán una excelente presentación sin añadir grasas en
exceso.
5. Cantidades. En este apartado debemos considerar una máxima: “MENOS ES MÁS”, es decir preferiblemente serviremos una ración normal por comensal, dando la opción a repetir si realmente lo desea.
6. Alcohol. Otro de los grandes señalados en estas fechas, recordemos que también aumentamos su
consumo y en consecuencia favorecemos el aumento de peso, ya que después de las grasas es el
producto más calórico. Por lo tanto, recuerde consumirlo con moderación, en estas fechas no se exceda en más de dos copas y siempre consúmalo durante las comidas.
7. No acostarse sin cenar. Es bueno renunciar a la costumbre de irnos a dormir sin cenar, ya que más tarde es probable que aparezca la sensación de hambre y que acabemos "picando" mazapanes,
turrones... Aunque después de una gran comida nos sintamos llenos debemos tomarnos algún
alimento ligero, para evitar la aparición de apetito en horas posteriores. Del mismo modo, recuerda
dejar pasar un par de horas desde que hemos acabado de cenar hasta el momento de irnos a la
cama, para evitar problemas digestivos al acostarnos.
8. Sobremesas. Uno de los grandes peligros de la Navidad, debido al tiempo que pasamos frente a
dulces y alcohol al finalizar las comidas. Recuerda limpiar la mesa (retirarlo todo) antes de que la
limpie el aburrimiento.
9. Turrones y dulces navideños bajos en calorías. Debemos prestar especial atención al etiquetado de estos productos. Muchos de los dulces navideños “light” tienen prácticamente la misma cantidad de calorías y grasas que los productos normales. Lo mejor es que los comparemos y observemos si realmente existe una diferencia razonable.
10. Compensar. Son seis los días marcados en el calendario. El resto de días deberemos comer de forma variada y equilibrada, disminuyendo moderadamente las cantidades, para que los excesos no
nos pasen factura. En definitiva, reducir levemente las ingestas antes y después de las fechas
señaladas.
11. Actividad física. No podemos olvidar que estas fechas de reuniones no son solamente para hacerlas mientras comemos, también podemos disfrutar de largos paseos, rutas en bicicleta o
romper con la rutina realizando actividades que durante el año no podemos realizar.
12. Los milagros no existen. Si tras las fiestas necesita ayuda para recuperar la normalidad, olvídese de productos y dietas milagro que prometen soluciones rápidas y fáciles, pero con las que sólo se consigue perder 5 y ganar 10. Busque al profesional adecuado que entienda la situación, sepa valorar su estado y personalizar e individualizar el tratamiento y seguimiento, con una correcta educación
alimentaria: el Dietista-Nutricionista.